MANUALIDADES DULCES

Por fin hemos tenido clase, después de tantos días, entre huelgas, fiestas, y por lo tanto llego el momento de hacer las mandalas de chocolate que nos propuso Pilar en la clase anterior. Todas teníamos bastantes ganas de realizar esta actividad, y nos pusimos de acuerdo para traer distintos alimentos con los que poder decorar nuestras mandalas.

Al llegar a clase comentamos un poco de que trataba el taller, y a continuación nos pusimos manos a la obra.

Había un buenísimo ambiente en clase, las caras que podía ver a mi alrededor, eran sonrientes, señal de que estaba resultando agradable hacer esta tarea, y eso daba lugar a un ambiente de trabajo positivo.

La primera mandala que hice, utilice el molde de corazón que había traído de casa, el cual compartí con mis compis, ya que les gustó mucho. Empecé la mandala con dicho molde, y luego seguí según la marcha con lo que se me iba ocurriendo. Como se puede observar en la imagen de esta mandala, y en las posteriores, me gusta hacer las cosas con bastante simetría, yo creo que ese gusto por la simetría puede estar relacionado con el orden, ya que soy muy ordenada. Respecto a la simetría, podemos ver que si doblásemos la mandala es como un espejo. Cuando había terminado el corazón, se me ocurrió marcar el contorno con regalices, en trocitos muy pequeños, quería que se asemejasen a unas bolitas de collar que yo tengo. Y por ultimo, decidí echar unos polvitos de colacao, como toque final.  Mientras realizaba está mandala, le iba preguntando a Laura mi compañera, que qué tal le parecía, y que si la gustaba. Tuve la suerte de que me dijo que me estaba quedando muy bien, cosa que me alegró, ya que suelo tener muy en cuenta las opiniones de mis amigas.

 

Mi primera mandala.

 

 La siguiente mandala, no me resultó tan fácil. Al principio empecé haciendo una estrella, pero al echar chocolate, me pase de la cuenta, y tuve que modificar mi idea. Decidí dejarme llevar, y conforme se me iban ocurriendo las cosas, las fui haciendo. El contorno de la mandala, los lacasitos, el regaliz, los puntitos de sirope, etc. Cuando ya creí haber terminado, me dije.. en la parte de abajo tengo que hacer algo, y decidí echar colacao, y para terminar añadí los puntitos de choco. Cómo dije antes, en esta mandala también se puede observar la simetría.

 

Paso a paso.

Y por último, durante el descanso, decidí hacer la ultima mandala, ya que me estaba resultado agradable y divertido. En esta mandala, trate de dibujarme a mí. Como se puede observar en el centro esta la silueta, y después el detalle que me identifica fue el pelo rizado que le hice.

Autorretrato.

Mis pequeñas obras de arte.

Algunas imágenes junto con los trabajos de mis compañeras.
 

Mientras realizaba esta actividad, conseguí olvidarme de todo lo demás, y centrarme en la actividad. Cómo dijo una compañera, me gustaría saber analizar las mandalas, y averiguar por qué hice eso y no otra cosa, y alomejor sabría por qué me gustan las cosas simétricas.

He disfrutado con esta actividad, no solo por el simple hecho de que trabajábamos con comida, como el chocolate, que es muy atractivo, sino porque creo que es una actividad que se puede realizar en infantil con los niños, en la se le puede dejar al niño total libertad  para que desarrolle su imaginación, sin tener que dar explicaciones o tener que seguir un modelo. Cuando llegué a casa, lo primero que hice es enseñarle a mi madre las fotos de mis mandalas, y se quedó muy sorprendida, la gustaron mucho las ideas que había tenido,  también le enseñe las de mis compañeras y la encantaron también.  Después la comenté, que creía que era una buena actividad para realizar en el colegio, y que en verano, lo quería hacer con mis primos pequeños, lo que le pareció una magnifica idea.

Por último se me vino a la mente la imagen de lo que ocurrirá cuando trabaje en un futuro esta actividad en el colegio. Fue graciosa y a la vez desastrosa. Pero creo que a los niños el trabajar con chocolate les resultará "rico" y divertido.

http://www.chocozona.com/la-ue-aprueba-imponer-topes-al-nivel-de-cadmio-en-el-chocolate-y-las-leches-infantiles