martes, 31 de marzo de 2015

El arte puede igualar la riqueza de la naturaleza


La palabra "mandala" proviene de la India del sáncrito. Traducida significa "círculo", pero el significado del mandala va mucho más allá de un concepto geométrico. Representa totalidad, estructura, centro, unidad, equilibrio, búsqueda de paz. Es una construcción de hábitos que te pueden conducir a la construcción de un modelo de estructura organizada.

MI MANDALA Y YO

El miércoles 11 de marzo, tras haber visto una exposición en el Palacio de Cristal de Madrid, nos reunimos  todas las compañeras del grupo 161 de Magisterio Infantil en el césped del Retiro. La verdad es que fue un rato agradable el estar todas juntas, comentando la exposición; además, tanto el tiempo como el lugar alegraban el momento. También hablamos de los mandalas.

Posteriormente, nos pusimos manos a la obra y cada una dejó fluir su creatividad y empezó a construir su propio mandala. Al principio, me sorprendí un poco porque digamos que "no estaba inspirada" en ese momento, pero rápidamente, dejé que mi imaginación y la naturaleza me acompañaran y empecé a improvisar, que es una buena forma de empezar a hacer cosas nuevas.

Entonces, procedo a contaros el proceso de mi mandala: primero, hice un círculo con el pie en la arena; esto fue muy fácil, pero a mí lo que me preocupaba era su interior. Pero bueno, pensé que era el momento perfecto para relajarme y... ¡adiós preocupaciones y miedos! ¡Bienvenida creatividad! Entonces, cogí un palo y dibujé cuatro pétalos de flor sobre la arena (dentro del círculo). La verdad es que me quedaron irregulares, pero no quise borrarlos y hacerlos de nuevo para demostrar que nada ni nadie es perfecto. Después, tracé dos diagonales del círculo y uní estos vértices con la punta de cada flor, de forma que me quedó una especie de octógono. El mandala que había construido, me gustaba bastante, pero yo notaba que no me llenaba del todo, y, por eso, me di cuenta que lo que le faltaba era un poco de alegría porque estaba muy soso; entonces me acerqué a un arbusto, y arranqué unas cuantas hojas, que coloqué de forma dispersa sobre el mandala. También puse tres margaritas en cada pétalo y tres ramilletes de florecitas blancas en el centro de la obra. Finalmente, para resaltar el mandala del suelo, decidí poner ramas de pino rodeando todo el borde del círculo.



Sinceramente, disfruté mucho haciendo mi mandala, ya que me parece una forma excelente para relajarme y dejar fluir a mi creatividad, imaginación y originalidad. Personalmente, quiero decir que lo que más me gustó del mandala fue el momento en el que puse las flores porque le di un toque de alegría a la obra y, además, porque me acordé mucho de mis amigas, ya que para mí son "Mis florecillas".





Para terminar, quiero decir que sí tenía la idea de lo que era un mandala, ya que he visto algunos en la vida real, como los rosetones de las iglesias, y he pintado algunos o he visto varias imágenes de ellos cuando estaba en el colegio o en el instituto; pero nunca había tenido la oportunidad de hacerlo yo con mis propias manos y menos, utilizando la naturaleza para hacerlos. Es verdad que ahora que ya tengo la idea, los haré más a menudo, sobre todo, en los momentos de mucho estrés para relajarme.

"El que nos encontremos tan a gusto en plena naturaleza proviene de que ésta no tiene opinión sobre nosotros." (Nietzsche)

Fdo: Andrea Sobrino Verde

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