sábado, 7 de marzo de 2015

¡FUERA LOS ESTEREOTIPOS!

Cuando se acercaba el comienzo de la asignatura, o comentaba con mis amigas que el siguiente semestre tenia educación artística, todas me decían, ¡Anda!, vas a pintar, y sin embargo, la primera actividad era totalmente distinta a lo que me imaginaba. Esta actividad me ha resultado muy interesante, y muy divertida,  ya que creo que se centra en un tema muy importante en esta sociedad, como es el de los estereotipos. Creo que los diseñadores de muñecas se centran en el inadecuado concepto de belleza  que se tiene en esta sociedad, y por eso, las muñecas tiene tanto maquillaje, son extremadamente delgadas, y con las medidas "perfectas". El centrarse tanto en el físico, hace que se olviden del público al cual van destinadas.
Si  desde pequeñas, se les muestra a las niñas las muñecas maquilladas, delgadas, etc, van a adquirir un concepto de belleza inadecuado, que aunque parece una tontería, puede llevarlas a problemas de salud, al querer parecerse a sus muñecas, tan delgadas, e incluso a conflictos con los padres, al querer salir a la calle maquilladas.
Estoy muy contenta con esta actividad, y me encantaría poder cambiar todas las muñecas actuales, y convertirlas en personas normales.
 
En el proceso de transformación de la muñeca, lo primero que hice, fue observar la muñeca detenidamente, su aspecto. Yo trabajé con una Bratz, y en su cuerpo pude observar diversos aspectos: son muñecas con un maquillaje excesivo, tanto en los ojos, como en los abultados labios, tiene bastante pecho para ser muñecas, una cinturita muy pequeña, unas piernas en las que se le pueden articular un poco las rodillas, unas caderas marcadas, y lo que mas me ha llamado la atención, es que no tienen pies, sino que sus extremidades terminan en una especie de botón, que encaja con los zapatos. Esto ultimo, pensando con mis compañeras, nos llevo a relacionarlo con la moda. El hecho de que la muñeca no pueda estar descalza, hace que consideremos los zapatos necesarios en la vestimenta. 
 
El segundo paso consistió en quitarle el maquillaje de la cara, lo que me resulto un poco difícil, aunque al final tras restregar mucho con el quitaesmalte, lo conseguí. Antes de dibujar la cara de nuevo, pinté con rotulador marró el pelo, pues me parecía injusto que las muñecas tuvieran que ser todas rubias. Una vez que el pelo se secó, dibujé los ojos y los labios yo. Le di un poco de colorete en la cara, para que no fuera tan pálida, y a continuación, con ayuda de un bolígrafo y de típex, dibujé los ojos. Como no me fiaba mucho de mi capacidad artística, iba preguntando a mi madre y a una amiga, si les gustaba o si debía de mejorarlo, pero ambas me dijeron que me había quedado muy bien. Lo último que hice fueron los labios, con pintauñas color rosa clarito, y las cejas con rotulador marrón.  
 
Cuando ya estaba terminada, empecé a diseñar la ropa, para que mi madre la cosiera. Se me ocurrió que mi muñeca vestiría un chándal similar al que yo uso en el gimnasio. Y le dije a mi madre que me hiciera una camiseta naranja de manga corta y unas mallas negras cortas. (Os dejo una foto mía junto con una de la muñeca, para que veáis cómo vestimos iguales).
 
Dejó unas fotos:
 

 
 
 
 El motivo por el cual hice un chándal, principalmente porque a mi me encanta el deporte, y  por cambiar la vestimenta típica de las muñecas, ya que suelen vestir con vestidos, o con ropa deportiva, la cual no estaría al alcance de las niñas pequeñas, ya que suelen ser minifaldas, o camisetas enseñando la tripa. Yo al diseñar la ropa, pensé en mi vestuario, y en el público de las muñecas, ya que si una niña quisiera vestir como su muñeca, podría hacerlo perfectamente.
 
 
 
 
 
 

1 comentario:

  1. Muy potente la transformación, qué suerte la ayuda de tu madre, estupendo

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