La semana pasada, paseando por el Parque del Retiro, nos acordamos de la salida que realizamos el día 11 de marzo para visitar la nueva exposición del Palacio de Cristal. Por lo que hemos decidido hacer una nueva entrada en el blog.
Nada más entrar, nos encontramos con la exposición. Justo en el centro de la sala, se podía observar una caravana antigua, en un ambiente solitario. Por lo tanto, en seguida se despertó en nosotras la curiosidad de asomarnos por las ventanas y la puerta para descubrir qué es lo que había. Además, cabe destacar que, al ser un espacio acristalado, las luz del Sol incidía de manera natural sobre la exposición, por lo que tenía muy buena iluminación.
Lo primero que percibimos fue la caravana con una parabólica en el techo, realizada con un paraguas. Los ventanales nos permitían ver su interior con todo lujo de detalles, por lo que identificamos algunos objetos como: un rostro humano hecho de cera, un caballo de madrea, libros colgados del techo, tazas de café, latas y envases de comida... Todo esto nos llevó a pensar que podría tratarse de un taller en el que el dueño realizaba sus obras de arte mientras tomaba un café o un té.
Después, seguimos rodeando la caravana y nos encontramos una máquina con dos especies de pedales, que tenían una bota cada uno y que se movían, como si fuera una persona que estaba caminando alrededor de la caravana.
A continuación, nos encontramos con una mujer mayor tumbada en la cama, en la parte trasera de la caravana. Esto fue lo que más nos llamó la atención de toda la exposición, ya que el verla, nos invadieron diversas emociones, como asombro y miedo. Al principio, pensábamos que era una mujer de verdad porque su corazón latía rítmicamente y se podía observar cómo se levantaba el pecho. Además, había detalles muy cuidados que la caracterizaban aún más como una persona real, como el pelo, las venas, las manos, las uñas y el vello corporal en las piernas. Sin embargo, sus fosas nasales estaban taponadas con cera o resina, por lo que este pequeño detalle nos llevó a pensar que no era de verdad. También observamos que en la zona de la cama, colgaban del techo hadas y duendes sobre el cuerpo de la señora.
Para finalizar el recorrido, vimos que en el otro lateral de la caravana había dos espacios destinados a albergar maquetas. Uno de ellos, estaba en la zona de abajo, y en él se observaba un paisaje desértico, tipo descampado de tierra, lo que nos llevó a reflexionar sobre la muerte o sobre si esa señora estaba muerta y eso era una forma de reflejarlo. En el otro espacio, había una representación escénica de una ópera, en la que aparecía una pareja de músicos, una mujer cantando y un hombre tocando un piano de cola. Consideramos que la representación era totalmente dramática por la poca iluminación y por el fondo oscuro. Encima, estaba al lado de la ventana en la que se encontraba la señora, lo que podía significar algo interesante. Además, para situarnos en el propio teatro, disponíamos de unas butacas para sentarnos y disfrutar de la actuación.
Por un lado, esta exposición sí la consideramos adecuada para niños y niñas, ya que a través de lo que ven, pueden desarrollar su imaginación y creatividad para interpretar lo que se quiere transmitir con esta obra de arte, Quizás, muchos de ellos, al igual que cualquier otra persona, den su propia interpretación de la exposición, que puede que coincida o no con lo que representa. Por otro lado, creemos que habría que adaptar algunos detalles o espacios, respecto a la baja estatura de los niños.
Para terminar, aquí os dejamos unas fotos en las que salimos nosotras, disfrutando de la exposición.
Laura Alba
Alba Gutiérrez
Raquel Jiménez
Melissa Meléndez
Noelia Palacio
Rukmani Rubio
Andrea Sobrino
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