jueves, 14 de mayo de 2015

He llegado por fin a lo que quería ser de mayor: una niña

El jueves 16 de abril hicimos en clase un taller de costura que consistía en coser una frase que le quisiéramos decir a nuestra niña interior y poner junta ella una foto de cuando éramos pequeñas.

La verdad es que no sé si fue casualidad o porque tenía que ocurrir en ese momento, pero justo el fin de semana anterior, el sábado 11 de abril, yo me hice un año más mayor. Y sí, por supuesto que he crecido física y mentalmente, pero sé que en mí siempre va a quedar una niña interior de la que no me avergonzaré nunca y puedo/podré sacar al exterior.
Personalmente, añoro esos años en los que era una niña que tanto sonreía. Una niña cuyas únicas preocupaciones eran; cambiar los pañales a la muñeca, que la gente no hablara alto mientras dormía para no despertarla, que mi gusano de seda ganara la carrera que echaba con mis compañeros en la alfombra del cole, no pasar por el dibujo del centro de la piscina del camping porque parecía un tiburón, que mamá no se olvidara la bolsa de chuches a la salida del cole, hacer los ejercicios bien cuando jugaba a profesores con mi hermana, que papá no me encontrara cuando los domingos madrugábamos para jugar al escondite en casa, ganar la guerra de globos de agua que echaba con mis primos y amigos, ir a la feria todos los días para montarme en los cacharritos, que los Reyes Magos me trajeran todo lo que había perdido y no carbón...en definitiva, mis únicas preocupaciones eran sonreír y jugar durante todo el día. Pero no, ya no, Ya no soy esa niña que reía por todo; ahora soy una chica que, hace poquito más de un mes, cumplió 19 años. Una chica que tiene varias cosas en las que pensar: estudios, chicos, complejos, gente que entra en mi vida, gente que sale de ella...y muchas cosas que no se cuentan, pero sabes que están ahí. Ahora todo es diferente. Cuando era pequeña, soñaba con ser mayor, pero ahora que he vivido ambas etapas...¿qué tiene de malo ser pequeña?. Es verdad que, a medida que creces, vives nuevas experiencias, que son inolvidables y no las cambio por nada, pero sigo pensando que la mejor edad está entre los 3 y los 6 años aproximadamente. 
Pero, por otro lado, a pesar de todas estas limitaciones, estoy muy orgullosa de mí, ya que estoy muy feliz por lo que tengo y, sobre todo, por a quiénes tengo. Además, hay cosas de mi niñez que todavía mantengo, como la locura, la curiosidad, la inocencia, la alegría, el sentido del humor, el juego... y, sobre todo, las ganas de disfrutar y de sonreír; porque es cierto que tengo bajones y momentos tristes, pero lo que siempre intento, es regalarle sonrisas a las personas que de verdad se lo merecen. Y es que, hay momentos que son tan sumamente geniales, que aprendí a llorar, pero esta vez de alegría. La verdad es que es imposible resumir todos ellos por escrito, pero destacaré algunos de los más recientes: ver a la familia tan maravillosa que tengo, el vídeo tan genial que me hizo mi hermana para el regalo de mi 18 cumpleaños, las fiestas sorpresas de mis amigas y amigos, entrar en el sector de Madrid de balonmano, las personas tan geniales que he conocido en estos últimos años... Y, cómo no, cuando ves que todo el esfuerzo tiene su recompensa al enterarte de que has sido admitida en la universidad que querías para hacer la carrera que llevabas años y años esperando :)

Y bueno, después de toda esta reflexión que hice al pensar una frase para mi niña interior con su respectiva foto, paso a contaros todo el proceso:
  • En primer lugar, la actividad me llamó mucho la atención porque aprender a coser era una de las acciones que tenía en mi lista de cosas pendientes, ya que mi madre ha trabajado cosiendo durante muchos años y veo que hace cosas maravillosas. Pero, desafortunadamente, cuando empecé a hacerlo, me di cuenta de que no me gustaba. Creo que es una actividad que requiere mucha relajación y, para mí que soy una persona muy nerviosa, resultaba muy difícil.
  • A pesar, de ello, empecé a coser la frase que había escrito: "Si quieres conseguir lo que nunca has alcanzado, tienes que hacer lo que aún no has intentado." Estando en el aula, le pedí ayuda a mi compañera Laura cuando se me quedaba enganchado el hilo o se me hacía un nudo. Este día no pude terminar la frase, ya que me estaba resultando muy difícil y lo hacía lentamente.
  • Pero, finalmente, cuando decidí terminarlo en casa, me di cuenta de que tenía que cambiar la frase por dos motivos: en primer lugar, era demasiado larga y, puesto que no me gusta coser, iba a tardar una eternidad en hacerla; en segundo lugar, no tenía suficiente tiempo para terminarla porque la necesitaba para ese día porque iba a grabar una escena del vídeo final de la asignatura con mis amigas y sólo podía ser ese día. Entonces, abrí mi libro de frases bonitas y seleccioné la siguiente: "La vida es mejor con palabras de suerte." Y, después, manos a la obra: primero, cogí un trozo de tela que me había preparado mi madre para escribir la nueva frase; después, escribí ésta a lápiz, pero como las letras me habían salido demasiado grandes, tuve que hacerlas de nuevo; finalmente, elegí un hilo rosa y me puse a coser. La verdad es que tardé bastante tiempo, pero se me hizo ameno porque mi madre se sentó a mi lado para ir dándome consejos sobre la costura. Cuando ya estaba terminado, pensé que como la tela tenía hecho un borde, excepto por el lado que yo había cortado ese trozo de tela, estaría bien que lo terminase. Eso ya me resultó muy difícil hacerlo, así que, me lo hizo mi madre; pero como no tenía ese tono de hilo, decidió hacerlo con el mismo color que yo había cosido las letras. Para terminar, pegué la fotografía de cuando yo era pequeña.
Creo que, poco a poco, tengo que seguir practicando con la costura porque sirve para hacer cosas muy útiles. Además, es todo un placer poder seguir las instrucciones y los consejos de mi madre.

Aquí os dejo unas fotos del proceso:







"El niño que no juega no es un niño; pero el hombre que no juega, perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta."

Fdo: Andrea Sobrino Verde

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