¡Hasta el inconsciente y más allá!

El mándala es una representación simbólica y arquetípica del universo según la antigua cosmología budista. Está constituido por un conjunto de figuras y formas geométricas concéntricas en diversos niveles visuales; las formas básicas más utilizadas son: círculos, triángulos, cuadrados y rectángulos, aunque a veces se incluyen distintos motivos: ornamentales, vegetales, cotidianos…

Los mándalas representan la totalidad de la mente, abarcando tanto el consciente como el inconsciente. Se pueden utilizar como técnica de meditación, de relajación o de auto terapia.

En educación infantil utilizar los mándalas como una actividad en el aula, puede resultar interesante y beneficioso para los niños. Con la realización del mándala podrán visualizar, jugar y experimentar con las diferentes formas geométricas. También favorecerá el desarrollo de la percepción espacial del alumno, y, a su vez, el alumno reflexionara sobre como se sitúa en el espacio. Con el mándala podemos saber el estado de ánimo que pueden tener los niños en un estado de relajación, por lo que es importante que el mándala se realice en un mismo día y no se continúe al día siguiente, ya que el estado de ánimo puede cambiar de un día para otro. Otra manera de trabajar el mándala en educación infantil es colorearlo en vez de realizarlo, también prestan atención a la hora de colorearlo y se relajan.

                                                                

El otro día, fuimos al retiro a ver una exposición y aprovechamos para hacer un mándala con los elementos que tuviéramos a mano. Al principio, no sabía cómo hacerlo ni cómo empezar, ya que nunca había realizado uno yo misma siempre los había coloreado. Para comenzar hacer mi mándala busque un palo pequeñito de algún árbol para realizar un circulo. Después, hice algunas formas en el interior del mándala, y, finalmente, busque flores, mas palitos, hojas de árboles, y decore mi mándala con esos elementos. Me pareció una actividad interesante ya que se puede realizar en cualquier lugar con los elementos presentes, y aparte, es una manera de relajación y de expresar nuestro estado de ánimo, aunque me hubiera gustado disponer de más elementos para decorar más mi mándala. Finalmente, esta es mi mándala.